4 Lecciones sobre perdonar que aprendí de mi abusivo padre

Tuve una relación muy dura con mi padre. No tengo recuerdos con él, jugando, conversando, haciendo tareas. Solía pegarme cuando no traía buenas calificaciones de la escuela o cuando tenía algún problema. Tuve una infancia muy dura y sufrí mucho. Un tiempo después, mi madre se divorció de él y sentí un alivio muy grande. Pero un sentimiento extraño apareció en mí cuando en una llamada me dijeron que mi padre estaba internado en el hospital. Salimos rápidamente con mi madre a verlo. Su cara al verme fue de total sorpresa. Me dijo que se sentía muy mal y que sentía que iba a morir. Pasé con él absolutamente todos los días que estuvo internado, acompañándolo y cuidándolo. Es ahí cuando descubrí cómo había sido su infancia, prácticamente igual que la mía. Entendí el porqué de su comportamiento, y aunque no lo justifico, me alivia un poco.
IMAGEN: PEXELS

En base a la experiencia con mi padre, aprendí estas lecciones:

Perdonar no significa olvidar
Algunas personas dicen "perdonar y olvidar". Yo diría en cambio "Perdona, no te olvides, pero no dejes que el recuerdo de lo sucedido te controle".

Tristemente, aprendí esto de una manera difícil. Algunos días me enojaba, y otros días me sentía desesperado y no querido. Esto eventualmente hizo que las pocas personas que realmente me importaban se alejen.

No podía cambiar el pasado, y no me gustaba en lo inseguro y renegón que me estaba convirtiendo. Tuve que liberar ese dolor y la ira.

Una cosa que me ayudó fue escribir todas las cosas que quería decirle a mi padre. Leería la carta tantas veces como lo necesitara, luego la quemaría. Ver el fuego consumir la carta que contenía todas mis frustraciones me ayudó a aliviar la carga en mi corazón.

Perdonar no significa aceptar a esa persona de nuevo en tu vida
Perdonar a alguien no significa siempre dar la bienvenida a esa persona en tu vida como si nada hubiera pasado.

Hay gente que no puede estar en nuestras vidas sin hacernos daño. Este tipo de personas necesitan ser amadas desde la distancia. Puede ser tu padre, tu hermano, tu ex mejor amigo o tu ex. La vida es demasiado corta como para hacerla más difícil y más dolorosa al permitir que la gente que constantemente nos lastima entre de nuevo en nuestro círculo de paz.



Perdonar no significa tolerar las acciones de alguien
Algunas personas pueden ver lo que le sucedió a mi padre como karma, pero es difícil para mí verlo de esa manera. Cuando me enteré de su infancia problemática, me di cuenta de que es de donde vino su comportamiento. Finalmente entendí por qué hizo lo que hizo. Sin embargo, eso no lo hizo excusable. Lo que hizo fue incorrecto y no aceptable. No importa lo mal que fue su pasado, no puedes ir por la vida causando dolor a los demás, pensando que está bien.

Conozco a muchas personas que tuvieron una infancia triste y dolorosa, que resultaron ser padres maravillosos. El dolor nos puede dar grandes lecciones y nos hace mejores personas.

Perdona para sentirte libre
Esta fue la lección más importante de mi vida. Yo objeto de intimidación en la escuela porque, en ese momento, los niños que venían de hogares rotos eran vistos como niños con problemas. Odiaba a mi padre cada vez que alguien hacía chistes sobre mis padres divorciados.

Más tarde en la vida culpé a mi padre por todas mis relaciones fallidas.

Me estaba destruyendo con odio y dolor. Todos estos sentimientos me hicieron solo y miserable.

Eventualmente, aprendí que yo era la única persona responsable de mi vida, y que culpar a mi padre era algo cobarde. Si yo quería tener una vida feliz, tuve que dejar ir el dolor. No fue fácil, me tomó años de auto-descubrimiento y búsqueda en mi alma para lograrlo, pero cuando lo hice, sentí como si un enorme peso hubiera sido levantado de mis hombros.



Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.

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