Te alejas de la gente
Siempre mantienes a la gente lejos, los tienes a una
distancia prudente, y cuando sie
ntes que las cosas se ponen demasiado reales y
demasiado cercanas empiezas a alejarte. Comienzas a encontrar sus defectos y
capitalizarlos en tu cabeza.
Dices que no
Dices que no a las citas o probablemente dices que sí, pero
secretamente esperas que la cancelen. No quieres ponerte en una posición en la
que podrías quedar como un tonto ya que no quieres entregar tu corazón.
Piensas que nadie te amará
Te convences de que no hay forma de que alguien se enamore
de ti y que si lo hacen es probablemente sólo durante cierto tiempo antes de
que descubran tus defectos y se marchen.
Pones excusas para no enamorarte
Siempre tienes excusas listas, tal vez es que él es
demasiado bajo o es demasiado flaco o cualquier línea absolutamente ridícula
que te dices constantemente. Encuentra cosas que están totalmente bien,
entonces te convences a ti mismo de que hay algo mal con ellos, porque de esa
manera puedes olvidarte de ellos y no tienes que ser el que está recibiendo su
corazón roto.
No te das el crédito que debes porque realmente no quieres recibir
atención. Sólo quieres mantenerte a ti mismo para que nadie realmente puede
llegar a conocerte, porque de esa manera esperas que no te duela cuando se
alejen.
Apagas tu corazón
Incluso si la persona correcta está de pie delante de ti, te
convencerás que hay algo mal con ellos o tú los convencerás de que hay algo mal
contigo.
Te conviertes en alguien que no eres
Dices que te gustan las cosas que odias; Dices que odias
las cosas que amas. Revuelves todo e incluso llegas a desconocerte a ti mismo.
Comienzas a convertirte en una persona que no te gusta porque no sabes cómo
manejar la situación.
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