Lo reconozco, ha sido mi
error… es mi culpa sentir este profundo vacío en mi ser por algo que no era más
que una ilusión generada por mi mente. En ella eras tan perfecto, tan cercano a
lo que siempre había esperado, tan mío… que el solo hecho de que formaras parte
de mi vida era para mí la mayor ganancia.
Te idealicé con los ojos del
amor y de la esperanza, con el sueño de que alguien volviera a despertar en mí
esos sentimientos ya dormidos, que inclusive consideraba muertos. Eras tú en mi
proyección mental, solo tú, quien podía
entre sus brazos hacerme olvidar todos los amargos recuerdos de mi pasado, eras
tú quién podía apoderarse de mi piel mientras yo me transportaba los remotos
lugares de un placer hasta ese momento desconocido.
Pero sencillamente en la
vida real, la misma que me permite hoy recordarte, solo habitabas de forma
perfecta en mi mente, porque la dura verdad, ésa que me sienta cada vez que
intento nuevamente idealizarte y me coloca frente a frente ante ti, me dice que
eso jamás existió, que ese amor profundo de dos solo fue de uno, que mientras
tú jugabas yo soñaba con un nosotros sin fin.
En el
amor no se debe idealizar, se debe amar sin expectativas,
sin voltearle la cara a la realidad… Se debe apreciar a quienes amas por lo que
son y no por lo que quisiéramos que fuesen… Que dura lección la que me llevé,
que fuerte ha sido reconocer que de no ser por lo que en mi mente eras,
probablemente nunca te hubiese amado, la realidad me grita que no lo merecías,
mientras yo, aún incrédula me pregunto dónde estás?
Todo lo vivido me ha hecho
crecer, me ha hecho ver las cosas de forma diferente, me ha hecho darme cuenta
de quién eras en realidad y la brecha tan grande que había que cruzar para
llegar al sitio perfecto donde mi mente y mi corazón te ubicaban… Darme cuenta
de esto, me ha hecho más fuerte de lo que nunca había sido, me ha permitido
abrir los ojos y despertar de mi sueño de cuento de hadas y solo por eso te
agradezco que hayas formado parte de mi vida.
Debemos valorar cada experiencia
y cada tropiezo, son ellos los que nos forman, son ellos los que nos irán
haciendo más fuertes, más sabios, más selectivos… contigo espero haber crecido
lo suficiente como para que esto no vuelva a ocurrir en mi ser. Una herida tan
profunda, de ésas que no se ven pero tardan mucho en curarse es lo que me dejó
sacarte de mi corazón para albergar en sustitución un gran vacío… Un vacío enorme
generado por la mentira.
No te culpo… Yo fui quien te
dio el lugar equivocado y sí, algunas veces te extraño… Pero solo como pensaba
que eras.
Este articulo fue realizado gracias a mujer.guru Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio.
Comentarios
Publicar un comentario