¿Realmente la gente cambia?

"Personalidad" es una palabra usada para describir rasgos que son consistentes a través del tiempo y el lugar. Por ejemplo, esperamos que una persona altamente extrovertida tenga comportamientos de socialización y soltura en casa, en el trabajo y en la escuela. Si bien la personalidad no es un predictor perfecto de la conducta, nos da una idea general de cómo es probable que alguien piensa y actúa.
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Los autores de un nuevo artículo de revisión señalan que la personalidad puede cambiar durante largos períodos de tiempo, por ejemplo, tendemos a ser más responsables y emocionalmente estables a medida que envejecemos. Estos cambios generalmente se desarrollan durante muchos años, y parecen reflejar un proceso natural de desarrollo.

Los investigadores se propusieron responder a una importante pregunta relacionada: ¿Puede el tratamiento cambiar la personalidad en un corto período de tiempo? Se centraron en los "Cinco Grandes" rasgos de personalidad de la extraversión, la estabilidad emocional, la apertura, la conciencia y la amabilidad.

Roberts y sus colegas revisaron más de 200 estudios que midieron los rasgos de personalidad antes y después de algún tipo de intervención e incluyeron un grupo control. Las intervenciones incluyeron principalmente medicamentos y diversas formas de psicoterapia para una condición psicológica, y duró 24 semanas en promedio. Sus análisis revelaron algunos resultados intrigantes:

-El tratamiento puede cambiar la personalidad. Los cambios promedio fueron en el rango pequeño a mediano, lo que sugiere que sería notable para el individuo y las personas en su vida. Por ejemplo, una persona que está fácilmente molesta puede tener un manejo más fácil de estrés. Los efectos sobre la personalidad fueron los mismos independientemente de la edad o el sexo.

-Los cambios de personalidad perduraron con el tiempo. Muchos de los estudios que los autores revisaron incluyeron un período de seguimiento después de que el tratamiento terminó, durando en promedio aproximadamente 6 meses. Los cambios relacionados con el tratamiento se mantuvieron estables o incluso aumentaron durante el intervalo de seguimiento, incluso un año o más después.

-Algunos rasgos de la personalidad eran más sensibles al tratamiento. El efecto más grande fue en la estabilidad emocional (el reverso del neuroticismo) y el más pequeño en la apertura a la experiencia. La extraversión mostró el segundo mayor cambio. Los autores señalan que estas diferencias podrían reflejar rasgos que son más propensos a cambiar, pero también podría reflejar a lo que los tratamientos estaban dirigidos. Por ejemplo, el tratamiento de la ansiedad o la depresión se centraría en el aumento de la estabilidad emocional.


-Una amplia gama de intervenciones llevó a un cambio de personalidad. Aunque las terapias cognitivo-conductuales y de apoyo tienen efectos ligeramente mayores, otros tipos de tratamiento también fueron eficaces, con la medicación mostrando el efecto más pequeño.

-La cantidad de cambio dependía de para qué era el tratamiento. Las personas tratadas por ansiedad y trastornos de la personalidad (no sorprendentemente) cambiaron más, mientras que los que recibían tratamiento para comer y los trastornos por uso de sustancias mostraron el menor cambio de personalidad.

¿Cuáles son las implicaciones de estos hallazgos? En primer lugar, como señalan los autores, sugieren que el cambio de personalidad puede ocurrir con relativa rapidez. Análisis adicionales mostraron que el tratamiento necesario para durar por lo menos 4 semanas para afectar significativamente a la personalidad. Sin embargo, después de 8 semanas, el tratamiento adicional no condujo a un cambio mayor.

Los autores tenían una advertencia importante: Es posible que la personalidad de una persona haya cambiado como resultado de la condición que trajo a la persona al tratamiento. Por ejemplo, un episodio de depresión puede haber disminuido significativamente el nivel de estabilidad emocional de una persona.

Así, lo que parece un aumento de la estabilidad emocional debido al tratamiento, podría ser realmente un efecto del tratamiento sobre la depresión, que posteriormente restaura la estabilidad emocional previa a la depresión de la persona. Esta explicación no puede descartarse sobre la base de datos existentes.

Sospecho, basándome en mi propia experiencia como terapeuta, que gran parte del cambio de personalidad en el tratamiento es en realidad un retorno al nivel de funcionamiento de una persona antes de su ansiedad, depresión u otra condición. Las personas a menudo acuden al tratamiento porque sienten que no son su mejor yo-ya no como paciente, agradable, relajado o saliente. Como el tratamiento se lleva a cabo la gente a menudo describen el sentimiento "más como ellos mismos" de nuevo. Los miembros de la familia dirán que sienten que tienen a su ser querido de vuelta.

Si has pensado en iniciar la terapia porque te sientes desconectado de la persona que solías ser, considera este beneficio adicional del tratamiento: probablemente te sentirá no sólo mejor sino más como la mejor versión de ti mismo.


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