Las
críticas me afectarán tanto como yo deje que me afecten. Me he pasado media vida teniendo demasiado en cuenta
opiniones ajenas, comentarios dolorosos, y consejos sobre cómo debía
enfocar mi existencia por parte de personas que aparentaban conocerme.
La
vida es demasiado corta como para focalizar nuestra atención en mentes que no
son las nuestras, y aún más en enfoques que no nos son útiles, y que no
favorecen en nada nuestro crecimiento personal.
Es
difícil no hacer caso de las críticas, es difícil ignorarlas sin son dañinas y
poco constructivas. Ahora bien, no olvides nunca que tú eres básicamente lo que
piensas a lo largo del día, así que no pierdas el tiempo en remordimientos,
dudas y malas críticas.
Una crítica nos enfrenta a nuestra esencia
Quien
diga aquello de “a mí las críticas no me afectan lo más mínimo”, no es del todo
cierto. A todos nos impactan de algún modo. Toda crítica es un enfrentamiento a
nuestra esencia, a nuestra forma de actuar. A nuestros esquemas.
Si la crítica es constructiva y damos el paso de
aceptarla, confrontarla, integrarla y aprender de ella, será un claro ejemplo
de crecimiento interior. Y ello siempre es un buen gesto.
Ahora
bien… ¿Qué hacemos en esos casos en que las críticas nos llegan de personas que
son significativas para nosotros? Un comentario doloroso por parte de nuestra
familia, amigos o pareja, siempre acaba vulnerando de algún modo nuestra
autoestima. Y debemos saber afrontarlas, saber gestionarlas.
Las críticas pueden influir en nuestra autoestima
Siempre
debería llegar un momento a lo largo de nuestro ciclo
vital, en que tendríamos que ser invulnerables a las críticas negativas, a
esos comentarios tóxicos y dañinos. Estamos seguros de que muchos de nuestros
lectores ya lo han conseguido. Otros en cambio, nos encontramos en pleno
proceso.
Las
críticas más dañinas son las que recibimos durante nuestra infancia. Los
comentarios por parte de nuestros progenitores hacia nuestra forma de actuar,
hacia nuestros errores o incluso nuestro físico, son claros vulneradores de la
autoestima.
Todos nosotros guardamos con especial molestia alguna
crítica. Ya fuera en nuestra infancia con aquello de “eres torpe,
no sabes hacer nada”, o más adelante en boca de alguna de nuestras parejas,
evocan sin duda claros ataques a una autoestima que día a día, nos esforzamos
por cultivar, por fortalecer.
¿Cómo nos afectan las críticas?
Es
importante tener en cuenta de qué manera pueden llegar a modificarnos esos
ataques personales poco constructivos, y de la necesidad de saber reorientarlos
para protegernos. Para alzar nuestras almenas ante esas críticas dañinas y poco
amables en boca de personas que supuestamente “nos quieren”.
Una crítica personal, dañina y poco útil tiene un
impacto directo en nuestras emociones.
Una
emoción tiene su eco directo en nuestros pensamientos. Me siento mal… ¿Por qué
razón? “Porque mi pareja me ha dicho que no se hacer nada, que sin él no haría
nada en este mundo.”
Si
damos importancia a la crítica afectará a nuestros esquemas de pensamiento y
atribuciones: ¿Seré una persona inútil de verdad?
Todo
ello hará finalmente que nuestra autoestima quede fragmentada y rota como un
pañuelo de papel.
Las críticas deben afectarte tanto como tú lo permitas
Te
ha costado mucho llegar hasta donde estás. Cuentas con tu propio pasado de
superación, con batallas que solo tú sabes que has librado y que te definen en
la gran persona que eres ahora. ¿Qué necesidad hay de dar valor a estas alturas
de la vida a esas críticas envenenadas? No vale la pena hacerles caso: es
retroceder, involucionar.
Tú eres tus pensamientos, y ellos los artífices de tu
realidad y el oxígeno que alienta tu autoestima. No dejes que den importancia a
palabras vacías de utilidad insana, a críticas llegadas de mentes carentes de
empatía y que ni siquiera tienen el privilegio de conocerte con autenticidad.
¿Qué hacer ante una crítica?
Quien te quiere no te daña, y
aún menos lanza sobre ti críticas carentes de utilidad que solo buscan hacer
daño. Por ello, sería de mucha utilidad que llevaras a cabo la siguiente
estrategia cada vez que recibes un comentario afilado:
Visualiza
un arcón dorado. Cuando recibas una crítica, lo primero que debes hacer es
custodiar ahí tu autoestima: bien protegida y bajo llave.
Analiza
ahora con frialdad y temple el comentario recibido. Sé franco/a contigo mismo/a:
¿Esa crítica es constructiva? ¿Hay algo de verdad en ella? Si es así,
analízala, intégrala, aprende de ella y crece para alimentar con ella a tu
autoestima también.
¿Es esa
crítica poco útil y poco realista? ¿No se ajusta en nada a lo que eres, lo que
tienes y lo que te define?
Entonces desactívala. No
le des importancia ninguna. Porque de hacerlo, de permitir que la rabia te
enerve quedarás anclado/a a ese emoción negativa, y aún más, esa persona que te
la ha dedicado.
Recuerda
una vez más esa frase de Buda, “quien te enfada te domina”. No vale la pena,
siempre será mejor visualizar esa crítica como una hoja seca llevada por el
viento. No es nada, solo ruido, solo un aire frío que no merece tu atención ni
tu calidez. Pasará y desaparecerá.
Tu mejor amigo eres tú mismo, así que no dejes que las
críticas poco útiles habiten en tu cabeza, porque entonces te convertirás en tu
propio enemigo. No vale la pena.
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